Con amigos al HAMBURGO - Valparaíso
En el sector de Bellavista, a pasos de Plaza Aníbal Pinto (Fuente Neptuno) se encuentra el tradicional Hamburgo. La ocasión, reunirnos con compañeros que no veía hace años para rememorar viejos tiempos.
La ambientación es lo primero que llama la atención, con esa barroca ornamentación de recuerdos marineros recolectados de diversas partes, una mezcla entre el J.Cruz y el Proa al Cañaveral.
Para entrar en confianza los bebestibles se sucedían uno al otro, pero como hay que manejar de vuelta, se acompañan de suculentos platos que ayuden a soportar esta carga.
El plato típico son los crudos (personal) o tártaro (grande), servidos acompañados de pepinillos, pan, pebre (con vinagre) y una poderosa mantequilla con ajo y especias, muy aromática. Según algunos los crudos no eran tan buenos como los del Haussmann, aunque por el entusiasmo observado, probablemente se acercan bastante.
Pero no sólo de crudos vive el Hamburg, la carta alemana-chilenizada también ofrece por ejemplo un suculento omelette con papas alemanas (en la foto ocultas bajo el omelette), chuletas Kassler con repollo morado, arenques marinados y otros.
Las señoras y señoritas que atienden tienen su genio, pero serán simpáticas contigo si lo eres con ellas, aunque alguien tímido podría sentirse pasado a llevar cuando no es tomado en cuenta (mesa contigua). Como nuestra mesa estaba bastante animada, una de las señoritas que nos atendía nos recomendaba las opciones más convenientes. Pedimos vino y sugirió pedir copas en vez de botella, pues saldría más a cuenta, pero trajo la botella para verificar que era el ofrecido.
Una vez avanzadas las horas y las copas, decidimos pedir otra cosa para picar, pero que no fueran crudos. No había mucho para elegir, por lo que convenzo a los mañosos del grupo de ordenar una improvisada mezcla de pichanga de pernil (tabla con trozos de pernil cocido) y una porción de papas fritas que si bien no fueron las mejores del mundo, a esa alturas lo parecían. Exito rotundo.
Schops de rubia y negra y cervezas artesanales (No tenían Corona, ni Kunstmann de 1/2), por su carta, más bien para ir a almorzar que para ir a conversar y picotear. Al momento de pagar, no venía el detalle de la cuenta, sólo el total. No pudo pagarse con tarjeta, sólo efectivo o cheque.
RECOMENDADO: Jugo natural de papayas... pídanlo con cuchara
ANTERIOR: Rincón de Charlie (Con-Con) PRÓXIMO: IGACHI