Amicci Ristorante

F16 Jul 2014
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Siempre he pensado que pasar de ser un cocinero de fin de semana a uno profesional, que cocina todo los días, que debe entenderse con clientes no siempre educados, proveedores, el personal, debe matar un poco el sentimiento de libertad y creatividad que por lo menos a mí me embarga cuando cocino para mi familia los fines de semana. Es por eso que me llamó la atención, cuando me invitaron a probar la carta del Amicci, la historia de la estupendisima dueña y chef a cargo de la cocina del Amicci, Silvana Betatti, que dejó la abogacia para dedicarse a lo que más le gustaba: cocinar comida italiana, esa que aprendió desde chica con su familia.

Partimos con unas teclas de wagyu, servidos con tomates asados, cebolla morada y bocconcini de mozarrella de bufala con denominación de origen ($7.600). Lo de los quesos italianos con denominación de origen son una constante en el restaurant, lo cual se agradece. No creo que los acompañamientos del wagyu dejaran expresar el sabor de la carne, se perdían.

Seguimos con un delicado Frutti di mare al Mediterraneo ($8.700), una mezcla de ostiones, calamares, camarones, zucchinis, champiñones, y tomates cherry salteados servidos sobre un delicado caldo producido por sus propios jugos. Muy bueno.

Probé el Calamari alla Griglia ($7.400) vainas de calamar enteras grilladas y servidas con la triada italiana: tomate, ajo y albahaca. De sabores muy delicados para mi gusto.

Terminamos de probar las entradas, con el plato que mas aluciné de la carta, extrañamente una sopa: Carote e cozze ($5.900), una sobrosa sopa de zanahorias mezclada con un caldo de choritos y queso mascarpone. Una maravilla, me encantó.

De fondo me la jugué con algo sumamente sencillo, spaghetti limone ($8.200). Siempre he pensado que en los platos sencillos es donde se puede expresar la maestría del chef. Estos era unos spaghetti muy suaves con una salsa de queso mascarpone, limón y tomillo fresco, nada mas. Delicados, femeninos, de sabores sutiles.

También me tentaron de la carta, el asado de tira -cocinado durante 24 horas- con polenta, y los tortellini tartufo, con una salsa de trufas blancas y pesto. Habrá que volver para probarlos.

En resumen, por lo menos lo que elgí yo para comer, me pareció una carta bastante femenina, con platos bien logrados, de sabores sutiles y delicados, donde se nota esmero y dedicación.

 

Recomendado para: Para ir con amigos, Para ir en familia, Para ir en pareja, Para almorzar de lunes a viernes

Especialidad: Italiana