El secreto: El Molí
El secreto me lo contaron antes de partir a Barcelona, manejando por la Costa Brava por 2 horas hacia Girona en busca del museo de Dali llegamos a Point de Molins donde está esta maravilla de hotel de sólo 9 habitaciones, restos de un castillo del S X, convertido en molino y hoy en día y desde hace 25 años un secreto gastronómico para los más finos paladares y exquisitos visitantes, quienes cruzan desde Francia cada semana para degustar la más exquisita comida catalana en medio de la campiña, con el sonido del río y choque de las hojas de los enormes y eternos árboles que la adornan.
La mejor sangría, excelentes vinos españoles de Cataluña y una cocina de lujo y a la fecha mi favorita de todo lo que conozco, carnes salvajes, preparaciones españolas y francesas, excelencia de servicio y yo atendida como una reina, o como si fuera la dueña de la casa.
Administrado y atendido por la familia, con reservas completas para cada Domingo del año, cordialidad, amabilidad e historias con el famoso pintor, si, Salvador Dali comía allí y hasta dibujó para su amigo el dueño (lo que conversamos acerca del pintor me lo guardaré para mi).
El lugar menos turístico que haya visitado, nula arrogancia y cero pretensión, en medio del campo a sólo 10 minutos de Figueres (museo Gala), un secreto y un regalo, una vuelta a la esperanza y al respeto por el trabajo y la tradición.
El secreto se llama El Molí y lo comparto con ustedes queridos gozadores.