Ser o no ser orgánico

F09 Abr 2018
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Orgánico no sólo se refiere a las lechugas, los tomates y los porotitos verdes, regados con agua destilada, sin usar pesticidas. Orgánico también se refiere a las personas, a un estilo de vida, a una forma de ser, que mira el mundo de una forma particular. Y aquí es donde no todos son iguales.

Partamos por el orgánico Red Set, este es un grupo formado por neo-hippies de entre 40 y 70 años, los mas viejos seguramente fueron a Piedra Roja, la mayoría luchó contra la dictadura y cuando volvieron del exilio se convirtieron en variados tipos de empresarios, otros tantos obtuvieron buenos puestos en el gobierno, o en las perdidas son Directores de alguna ONG u organismo internacional, una ONG con plata eso sí, apoyada por alguna gran organización europea o gringa de respeto que conocieron en sus años de exilio en el primer mundo. Claramente viven en una comunidad, no en un condominio, eso es de gente poco cool. Sus preferidas las Castillo Velasco, los mas aguerridos en alguna comunidad ecológica cordillerana. Los contenedores de reciclaje son un clásico de las Comunidades Red Set, ellos fueron los primeros en partir con esta moda. En esta línea, son legendarias las acumulaciones de botellas de vinos y trago del bueno, en los contenedores de reciclaje de las Comunidades Red Set. Son buenos para la fiesta y las celebraciones, pero no celebran con cualquier cosa, si es carne, solo de la buena, acompañado de verdura orgánica cultivada en su propia huerta, lo mismo con los vinos y lo tragos, siempre de lo mejor y siempre al tanto de las novedades del mercado.

La Orgánica Chic no tiene huerta en su casa, pero tiene súper claro donde hay ferias orgánicas donde abastecerse, la de Monseñor Escrivá de Balaguer es de sus preferidas ya que puede encontrarse con otros orgánicos chic como ellos y aprovechar de conversar de temas como las vacaciones en Cachagua, Quintay o el Lago Ranco. Siempre saben lo último que ha salido en cultivos orgánicos, la albahaca morada, o el bok choy enano, obviamente tratan a su casero por el nombre, lo mismo que el de su señora y sus niños, siempre cercanos con el proletariado. Son la envidia de sus amigas de la infancia y comentario entre las mamás de los compañeros del colegio de sus niños… ella es tan entretenida. Pasan por periodos orgánicos, cuando están cerca las vacaciones y hay que entrar en el traje de baño, pero rápidamente vuelven a comer de todo, sobretodo porque las juntas a almorzar no pueden ser en puros restaurantes vegetarianos, ya que las amigas se aburren de tanto verde.

El Orgánico Activista es la versión combativa del Orgánico Red Set, son los que aún creen que pueden cambiar el mundo, los Red Set ya dieron esa batalla por pérdida y están dedicados a la buena vida. Hay una alta probabilidad de que sean vegetarianos o veganos de verdad, aunque encontrarás de todos los tipos. Aman el trabajo que hace Julia Franco en las Huertas Comunitarias de La Reina, donde vecinos de La Reina cultivan en terrenos municipales su propia huerta. Organizan encuentros para hablar acerca de las virtudes de los cultivos orgánicos, pertenecen a algún convivium Slow Food, intercambian semillas y obviamente odian a Monsanto, la empresa que genera semillas modificadas genéticamente para producir tomates todo el año, o trigo resistente a las plagas.

El Hipster Orgánico tiene la huerta en el balcón de su departamento, o en el pequeño jardín de su casa Ley Pereira, el departamento o casa debe estar en Providencia, Parque Forestal, o Lastarria, súper urbano. Lo mas probable es que si entras a su casa, encontrarás mucha decoración de diseñador famoso, onda barrio Italia o depto51, tiene que haber sí o sí una tornamesa y vinilos de grupos de música desconocidos para la gran mayoría. La huerta estará en maceteros, así es fácil deshacerse de ella cuando la tendencia haya pasado, eso sí, los colores y diseños son de vital importancia, un hipster orgánico puede pasar meses eligiendo el macetero correcto. Una vez pasada la primera valla, la segunda tiene que ver con el cuidado de la huerta, un hipster pasa poco en su casa dada su agitada vida social, con lo cual la huerta orgánica sufrirá las consecuencias. Si logra pasar este problema, le sacará fotos a sus tomates desde que son una pequeña rama verde hasta que salga la fruta o verdura elegida y subirá cada uno de los pasos a su Instagram para mostrar la hazaña. Hay una alta probabilidad que el tomate se pudra en el refrigerador antes de que lo cocinen.

Por último, están los orgánicos que no saben que son orgánicos, los que viven de lo que cultivan e intercambian lo que les sobra, son medieros –que plantan en terrenos que no son de ellos, pero comparten el resultado con el dueño de la tierra- o tienen pequeños terrenos, donde no usan pesticidas mas que por moda, porque no tiene sentido en terrenos tan pequeños, y que usan semillas que intercambiaron con otros como ellos, mas que nada porque no tienen el dinero suficiente para comprar semillas al distribuidor local de Monsanto. Ellos, desde mi punto de vista, son los verdaderos orgánicos.

NOTA: publicado originalmente en Revista Varietal